Esta es el área dedicada a la percepción de uno mismo, de la identidad personal y del mundo que nos rodea. Los niños aprenden a interactuar y a relacionarse con los demás en el respeto de las reglas y distinguen los estados emocionales propios y ajenos, las necesidades, los roles y las diferencias culturales.
Los niños exploran el mundo a través de su cuerpo, aprenden a cuidar de sí mismos y de su higiene, y toman conciencia del esquema corporal. Estas competencias mejoran la percepción sensorial, la coordinación óculo-manual y el control de gestos y movimientos.
La lengua es uno de los medios de comunicación más fuertes y es una herramienta básica para conocer y organizar el pensamiento. Para los niños es fundamental aprender a expresarse y a comunicarse en situaciones diferentes, y a escuchar y comprender palabras y discursos, empezando a explorar la lengua escrita.
Desde pequeños, los niños aprender a agrupar y a ordenar los elementos según criterios de clasificación. A través de las actividades propuestas en esta área, reconocen las cantidades y empiezan a contar, acercándose al concepto de número y experimentando las primeras operaciones sencillas.
Los niños aprenden a conocer los fenómenos naturales y artificiales, y entienden los cambios que determinan en los diferentes ambientes. Conocen los organismos vivos animales y vegetales, y descubren cómo funcionan máquinas e instrumentos tecnológicos, distinguiendo características, funciones y usos.
En este área, los niños desarrollar la observación y la memoria visual, reconocen objetos, formas e imágenes, y empiezan a expresarse a través del dibujo y otras técnicas. Al mismo tiempo, exploran sonidos y ruidos, y experimentan ritmos y músicas a través de la voz y el canto.